Empezaré esta reflexión
sobre el estado de la educación actual mencionando que, en nuestro papel
como futuros docentes, es esencial que tengamos muy en cuenta diversas cuestiones que a través de este
escrito desarrollaré para poder llegar a convertirnos en algo más que
profesores y que nuestros alumnos nos consideren sus maestros.
La relación entre
estudiantes y docentes es esencial ya que estos últimos son los que se deben de
encargar de crear estrategias adecuadas que fomenten el aprendizaje. Pero para realizar esto con
eficacia y que el alumno aprenda realmente se tienen que tener en cuenta
aspectos previos como son los conocimientos del alumnado, su cultura, etc. es
decir, es necesario que el docente sepa frente a qué grupo de estudiantes se
encuentra para poderles plantear adecuadamente actividades, retos que hagan que
estos estén motivados por aprender, por cuestionarse las cosas, por comprender
y su papel debería estar encaminado no solo a promover el desarrollo individual
sino también el colectivo.
Los factores implicados que van a determinar el tipo de
enseñanza que podamos realizar y los alumnos con los que nos podemos encontrar
son de un marcado carácter socio-político, es decir nos encontramos frente un
Sistema Centralizado, pero ello no quiere decir que nosotros como docentes no
podamos interpretar el curriculum y adaptarlo a nuestros alumnos, es más, es lo
que deberíamos hacer.
Si queremos que se
produzcan cambios en la sociedad actual debemos formar a alumnos que en un
futuro se conviertan en personas críticas, creativas y motivadas capaces de
afrontar problemas reales del siglo XXI. Por ello no se trata de entablar con
los alumnos un diálogo de continuidad únicamente o que se conviertan
simplemente en meros receptores de información , sino que se establezca también
un diálogo analítico en el que haya lugar para el debate, la reflexión, el cuestionamiento de sus ideas y de las del
docente. Pues la enseñanza, como dice Onrubia (1998) "es una ayuda al
proceso de aprendizaje pero no debe sustituir la actividad mental constructiva
del alumno ni ocupar su lugar, pues los alumnos deben poder contrastar y
modificar sus esquemas de conocimiento y sus representaciones sobre aquello que
se está enseñando y aprendiendo".
Para todo ello es
necesario que se creen ambientes de aprendizaje idóneos que activen tanto la actividad mental como física y sobre
todo que preparemos a esos alumnos para actuar e interpretar adecuadamente la
sociedad en la que se desarrollan.
Tenemos que
plantearnos qué y cómo queremos enseñar, es decir plantearnos la enseñanza de
manera crítica y reflexiva, que ayude a los alumnos también a que no sólo sean
meros receptores de información o contenidos sino que sean capaces de
relacionar, reflexionar y profundizar en los conocimientos que se les intentan
transmitir y la forma en la que lo hacemos.
Llegados a este punto
me planteo: si ya no nos encontramos frente a la misma sociedad ni a la misma
cultura que hace cincuenta años y nuestras necesidades han cambiado, porque no
cambiar y adaptar también la educación a la actualidad, adaptar los
curriculums?
Deberíamos empezar
por reflexionar sobre nuestras ideologías, creencias y nuestra práctica
pedagógica. Ser más abiertos a investigar e introducir diversas teorías y
prácticas educativas para poder dar una educación adecuada a los alumnos y no
quedarnos en la zona de confort, pues si esta zona no somos nosotros mismos,
los docentes, los que la traspasamos tampoco los alumnos estarán motivados para
abandonarla. Pues estas exigencias por parte del profesor son esenciales,
puesto que para poder exigir a nuestros alumnos es necesario empezar por uno
mismo.
El diálogo de
continuidad y el analítico son conceptos que aparecen en libro de
Ellsworth (2005) y ambos me han hecho reflexionar sobre la manera de
comunicarse docentes y alumnos como antes he expresado. El entablar un diálogo
comunicativo no tiene porque implicar desde un principio la comprensión por
parte del alumno o que este asimile lo que se le plantea, realmente cuando el
alumno aprende es cuando el diálogo le hace reflexionar. Yo creo que este
siempre tiene que partir de la base del entendimiento en una primera fase,
puesto que para poder estar en desacuerdo con algo primero como mínimo tienes
que poder entender la postura opuesta a la tuya. Las clases colectivas en las
que los alumnos participan creo que son muy enriquecedoras puesto que gracias a
las diferencias de opinión, culturas, experiencias , contextos,
conocimientos, etc . se enriquecen los
diálogos. El que los alumnos se encentren con posturas diferentes a las del
profesor que provengan de sus iguales harán que este se pueda replantear sus
pensamientos o posiciones frente a una misma idea y de ahí el concepto de
"autorreflexión consciente" .
Yo diría que soy más
partidaria del segundo concepto de diálogo, el diálogo analítico. Pues este permanece
abierto a otras lecturas y nos exige la responsabilidad de crear significados
nuevos. En mi opinión la imposibilidad
de la comprensión plena que implica este tipo de diálogo , puede enseñarnos
algo más, puede ser mucho más instructivo, pues la interpretación siempre va
más allá, es mucho más libre. Este, a diferencia del dialogo de
continuidad no planeta verdades o
realidades absolutas sino que va más allá como he comentado. La exploración
sobre diversos temas que en un principio nos pueden resultar incomprensibles,
el crear nuestros propios significados, etc. sin ir en busca de una verdad
absoluta hace que complementemos nuestros conocimientos. Lo importante es el
camino, la ruta, los planteamientos que
nos hacen querer ir hacia una solución..Pero no hay termino, ninguna ruta se
resuelve...
Por tanto en nuestro
papel como docentes tendríamos que dar
información a los alumnos para que ellos
eligiesen unas rutas u otras de lectura y se hagan sus propios planteamientos
sobre cuestiones diversas. Es decir formularles preguntas de tipo abierto que
den lugar a diversas interpretaciones y no coartar sus ideas diciendo: la tuya
es correcta y la tuya incorrecta. Con este tipo de lectura interminable lo que
haremos es potenciar la capacidad de aprender de los alumnos y la nuestra
propia. Potenciar nuestra capacidad de cambio, de dar otros significados a los
q ya conocemos...
Este tipo de diálogo
analítico/ discontinuo podría asemejarse a aquellas obras de arte o imágenes a
las que hay que hacer un esfuerzo para poder
comprenderlas, aquellas que te hacen reflexionar y posiblemente te
dejarán en la duda de si lo que tú has interpretado es lo correcto o no , en
ese afán de búsqueda del ser humano de estar en lo cierto...
Cómo nos puede llegar
a influir la cultura visual depende de nosotros, en como la miremos e
interpretemos. Nuestras interpretaciones dependerán de muchos factores: rasgos culturales,
conocimientos, expectativas... El arte crea nuevas expectativas y las imágenes
pobres que se resuelven enseguida mueren pronto ya que no plantean nada más
allá de aquello que vemos, no nos hacen reflexionar, no nos embaucan ni nos
hacen establecer un diálogo de búsqueda ni de interpretación. Este tipo de
imagen o creación artística la podríamos comparar a lo que llamamos fast food.
Está claro que el
tener conocimiento sobre arte hace que
puedas entender mejor los mensaje que se quieren transmitir a través de él y hay que estar abierto a interesarse y
aprender. Con esto quiero decir que hay que animar a los alumnos a que crean
que son capaces de entender y realizar cosas artísticas puesto que si los
desmotivamos creamos en ellos miedos que los bloquearán.
Puesto que la cultura
visual va mas allá de las aulas, es muy necesario que tanto alumnos como
docentes nos enriquezcamos de este tipo de cultura ya que cuanto más sepamos de
ella mejor entenderemos el mundo que nos rodea.
Por ejemplo, los
niños cuando realizan dibujos lo hacen a partir de la influencia de aquello que
ven en el día a día, de los medios
culturales, de otros niños, de los medios de comunicación...Y es a través de
estos dibujos de donde más cosas podemos interpretar de los mismos, nos dan a
veces más información que cualquier test, nos descubren sus sentimientos, como
ven las cosas....
La cultura visual
como sabemos se produce en masa y sin darnos cuenta influye en todos nosotros,
tanto en niños, en adolescentes ,etc. tenemos un bagaje cultural que determina nuestra
posición no sólo frete al arte sino frente a todo en general, por ello que esté
resaltando la importancia de interpretar los mensajes, todo el mundo tendría
que tener un mínimo de conocimiento de la llamada retórica visual.
Terminaré diciendo
que es evidente que el contexto social influye pero cómo enseñamos y el
qué enseñamos también es muy importante como comenté al
principio. Cómo interpretamos las cosas dependerá de cada uno de nosotros, cómo
lo hagamos, pues recogemos de la realidad aquello que a cada uno más le
interesa y sin darnos cuenta por el
camino desechamos mucha otra información válida.
En referencia al arte
(puesto que mi función como docente irá encaminada a esta asignatura) del que
todo el mundo puede opinar pero no quiere decir que tengan la suficiente
información para hacerlo o adecuada, está muy expuesto y los jóvenes pueden
llegar a interpretaciones equivocadas en un entorno informal, por ello, el
curriculum oculto que realice el docente será bastante determinante en cuanto a
la posición futura que adopte el alumno frente al mismo. Debemos de invitarles
a reflexionar, enseñarles los conceptos para que puedan aplicarlos, que se los
replanteen antes de darlos por buenos..Para comprender y entender la cultura
visual es necesario saber los conceptos,
practicarlos, producir, contemplar ,ver y hacer...
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